"Sean exploradores que inquieran la realidad"
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"Sean exploradores que inquieran la realidad"
En la ceremonia de bienvenida a la universidad, los estudiantes de posgrado del ITESO recibieron la invitación a poner todo lo que esté de su parte, desde su inteligencia y su formación académica, para promover la dignidad y calidad de vida de las personas.
Judith Morán
Explorar y transmitir sus hallazgos son un par de consejos que Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, y Francisco de Borja, quien fue superior general de la orden religiosa, daban a los jesuitas cuando los enviaban a alguna misión. Estas instrucciones siguen vigentes, en especial en las investigaciones de los estudiantes de posgrado de una universidad jesuita como el ITESO.
En la bienvenida a los estudiantes de nuevo ingreso de posgrado, llevada a cabo en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, el pasado lunes 12 de agosto, Arturo Reynoso, SJ, profesor del Departamento de Filosofía y Humanidades (DFIL), señaló que "en las universidades a cargo de los jesuitas la investigación es parte fundamental de la gran misión en beneficio de los prójimos, de la sociedad, de nuestro país".
Reynoso recordó una instrucción a los jesuitas misioneros: "Sean como exploradores, observen, tomen noticia de la tierra, de la gente, de sus costumbres, en particular de su lengua", y agregó que la investigación académica pide explorar la realidad, identificar problemas, plantear preguntas y formular hipótesis y posibles soluciones.
Arturo Reynoso, SJ, profesor del Departamento de Filosofía y Humanidades del ITESO.
"Estimados estudiantes de posgrado, sean como exploradores, inquieran la realidad, sepan ir más allá de lo aparente, de lo que se percibe a simple vista, más allá del análisis superficial y traten de profundizar desde sus dominios en las entrañas de diversas realidades", añadió.
Una segunda instrucción está la no dispersión, e instó a los presentes a no quedarse en investigaciones generales que digan nada, sino en delimitar problemas y precisar preguntas, teniendo en cuenta lo que se ha dicho antes y qué es necesario enriquecer.
Una tercera recomendación que le hacían a los misioneros jesuitas era que escribieran y transmitieran sus hallazgos, las vicisitudes, sus logros y tropiezos vividos.
Estos y otros consejos se pusieron en práctica durante las misiones jesuitas en todo el mundo. El resultado de la observación, la exploración y la comunicación fueron grandes proyectos apostólicos formativos, misioneros y educativos, apuntó Reynoso, y agregó que cuestionar la realidad desde ámbitos como la espiritualidad, la ciencia, la filosofía y la teología enriqueció la labor educativa y de investigación de las instituciones educativas jesuitas.
"Desde ahí surgieron propuestas en ciencia, en filosofía, en teología, en estética, en arquitectura y en economía, incluso, en un momento en que la sociedad mexicana requería de integración, consolidación y comunión, varias de estas aportaciones ayudaron a construir lo que hoy es la nación mexicana", señaló Reynoso, quien agregó que en la actualidad también se requieren propuestas efectivas que promuevan la dignidad y calidad de vida de hombres y mujeres de México.
"Ustedes tienen una gran oportunidad para enriquecer su formación, pero también una gran responsabilidad ante la sociedad mexicana. Ojalá que sepamos transmitirles en el ITESO la experiencia de sentirse enviados, como aquellos misioneros, a poner todo lo que esté de su parte, desde sus propias personas y desde su formación académica, para ayudar a los prójimos, para formarse con una mejor calidad académica haciendo suyo el deber de inteligencia y, como decía Francisco Xavier Clavigero, el celo por la humanidad".
Luis Arriaga, SJ, rector del ITESO, dijo que la Universidad Jesuita de Guadalajara no es una institución más que expide títulos de posgrado que satisfagan las necesidades del mercado laboral, sino que busca formar hombres y mujeres libres y críticos que se comprometan con su entorno.
"Toda la educación que impartimos, incluyendo nuestros posgrados, está inspirada en los principios de la pedagogía ignaciana. Uno de esos principios es el magis, que significa ‘más' e implica la disposición para superarse personalmente en la entrega a los demás", sentenció el Rector.
Detalló que, para el fundador de la Compañía de Jesús, el magis implicó preguntarse: ¿qué puedo hacer más por Cristo? "En nuestra filosofía como universidad esto se traduce en la pregunta: ¿qué más puedo hacer por los demás? Es decir, no por Cristo, o por una persona que vivió hace 2000 años, sino por lo que significan e implican sus enseñanzas el día de hoy, particularmente de cara a la transformación de la realidad social en favor de los más necesitados".
Luis Arriaga, SJ, rector del ITESO.
El Rector recordó que para Pedro Arrupe, SJ, quien fue el padre superior general de la Compañía de Jesús de 1965 a 1983, la misión educativa de los jesuitas es formar hombres y mujeres para los demás, no sólo competentes en lo profesional, sino orientados a la compasión y la colaboración.
"El sentido primordial del posgrado no consiste en saber más o en ser más experto en una determinada área, sino en ingresar a un ambiente propicio para la superación personal en función de servir mejor a quienes nos rodean, particularmente a los grupos excluidos".
Luis Arriaga afirmó que si la universidad logra inspirarlos con esta orientación, entonces serán agentes de cambio para transformar a la sociedad en una más humana, más libre y más justa.
"Si logramos como comunidad universitaria colaborar en el mejor entendimiento de nuestros problemas como sociedad, así como en su solución colaborativa pacífica, ecológica y con justicia, estaremos dando vida a la misión para la cual fue fundado el ITESO".
En la ceremonia estuvieron presentes Guillermo Martínez Conte, presidente de ITESO, AC; Catalina Morfín, directora general académica, y Humberto Orozco, titular de la Dirección de Relaciones Externas.
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